ODA A NICOLAS SANCHEZ MEJIAS

A Nicolas Sanchez, escudero fiel de tristes sueños y depurados recuerdos.

Con gran sorpresa pasan las horas, 
como un telar antiguo, 
escapan los soles de mi niñez, 
señora luna, bienvenida, 
voy siendo de noche, 
me voy marchitando al son de tu poema, 
a la locura de tus olas,
que han manchado por siglos las piernas de tu luz, 
ya solo queda que suba al barco,
el del abismo inmutable a la negra señora,
que llama a soplos,
pero llama siempre,
que no discrimina,
que me hace igual a todos,
a todos los hombres y las ratas, 
a los colores y los luceros,
a las maravillosas piernas de tu corcel.
Por eso, dale
galopa caballo de viento,
galopa como un purasangre,
galopa fino,

galopa y galopa,
carrera de vida ajena,
mancha marchita en el universo solitario de tu ser.
Corre, corre y corre, 
que se va llendo el tiempo,
y no hemos recorrido todo lo que nos juramos recorrer.
Zarpa, barco de pesadillas, 
sueños piratas,
enjambre de tristes historias de mitologia pobre,
mitologia americana que han pisoteado y destrozado todos los cantares de su cancion vana,
desposeida de la valentia roja,
serpiente de tierra,
que vuelca el mundo y cambia cometas,

colma universos y crea a los soles,
cuando quiere algo,
cuando ha decidido un segundo en su caminar.
Por eso camina, gigante, camina,
que vas a tu paso,
vas a tu tiempo,
y de un zapataso a otro, vas a ver que todo cambia,
que todo renace,
y que las flores seran tuyas,
y que los olores seran tuyos,
que la luz te cubrira moreno martir de esta humanidad rota,
porque solo tu seras la blanca golondrina, 
que nos diga a todos nosotros quienes esperamos tu buenaventura,
el grito de tierra,
el suspiro de que hemos vencido,
de que hemos llegado a la tierra del nunca jamas,
del no arrepentirnos,
de ser una vez mas y para siempre,
sombras,
y solo sombras,
de las aguas caidas de tu mar.